viernes, 5 de septiembre de 2008

Las Hadas I

¿Quién no ha oído hablar de ellas? ¿Quién no se las ha imaginado en relatos y cuentos populares? Hay montones de leyendas sobre las hadas y su nombre se ha generalizado en demasía.


Probablemente, si preguntamos a alguien que describa un hada, nos dirá que son pequeñas, de apariencia humana, y poseen el don de volar así como algunos otros poderes. Más o menos como la Campanilla (Tinkerbell) de Peter Pan.











Pues bien, sí y no. Hay muchas clases de lo que llamamos “hadas”. Las hay de fuego, agua, tierra, aire… e incluso otros seres feéricos que los añadimos bajo el nombre de “hada”. Próximamente, añadiremos artículos de los diferentes tipos de hadas y seres, dependiendo del elemento o de su localización.


De hadas ha habido en todas las culturas y tradiciones, y cada una ha tenido sus características. Por ejemplo, la raíz latina de la palabra “hada”, fata, para los romanos eran las “diosas” del destino (Ilithyia, Nemesis y las hermanas Cloto, Lachesis y Artropos, hijas de la Noche) [Nota: aquí hay un buen artículo a preparar para los de la mitología grecorromana ;)]. Pues bien, fatae es la palabra que originó la actual “hada” en español, “fada” en catalán o “feé” en francés, dado que según se cuenta, los romanos expandieron a las hadas tanto como su imperio crecía. De este modo, nos encontramos con que países que tenían sus propias criaturas feéricas, de repente se encontraron “invadidas” por estas recién llegadas. (Por lo visto, a las dríades griegas les cayeron gordas y pasaron bastante de ellas, pero esto es otra historia).


El Triunfo de la Muerte o las Tres Fatas (tapiz del museo londinense Victoria and Albert)


En fin, a lo que iba. Que “hada” es un tipo de ser feérico, así que si a alguien le gustaría tener contacto con este mundo es muy importante que primero conozca todas las clases posibles. También es importante saber que de ellas se han dicho tantísimas cosas que unas serán ciertas y otras, pues no. ¿Cómo diferenciar? Leyendo mucho y haciendo caso a la intuición. Pronto veréis que las hadas, en algunos cuentos aparecen como seres bondadosos y generosos, y en cambio, en otros como malévolos y vengativos. Esto es parte de su esencia, pues son de lo más caprichosas. Sin embargo, si leyendo un cuento os encontráis que un hada es comparada con una criatura del demonio, os encontráis delante de un relato que ha sido tergiversado por el cristianismo. Pensad que muchos dioses europeos y asiáticos, al llegar la era cristiana fueron convertidos milagrosamente en demonios y seres malvados, para que la gente les temiera y dejara de adorarles. Los más poderosos, se convirtieron en Santos o Vírgenes, como pasó con Santa Brígida, en Irlanda. Brigitte era la diosa de los manantiales y ríos (del agua dulce), considerada también como diosa madre por la fertilidad del agua. Como la gente la adoraba tanto, a San Patricio no se le ocurrió otra cosa decir que se encontraban delante de Santa Brígida. La gente entendió que era más o menos lo mismo et voilà! ¡Ya tenemos una santa nueva basada en creencias paganas! Así que ojo con como os venden la historia.


El pueblo mágico recibe muchos nombres. Por un lado porque no les gusta que la gente desgaste su nombre: en algunas culturas, decir un nombre en voz alta es igual a convocar a su dueño. Y precisamente por este motivo, en la Edad Media la gente, muy supersticiosa, empezó a crear una infinidad de nombres para referirse a estos seres. Aquí os dejo con una pequeña lista…

El pueblo feérico es conocido también como…


La Gente Menuda

El Buen Pueblo

La Gente de las Colinas (Sidhe, sí sí, los irlandeses)

La Buena Gente

La Gente Desmemoriada

La Gente Pacífica (Sith)

La Pequeña Gente

La Gente Sencilla

Las Personas Superiores

Ellos mismos.

Pequeñas criaturas


La corte de Oberón y Titania, por Charles Vess


Las Hadas más famosas, aparte de Campanilla y el Hada Madrina de Cenicienta, probablemente sean Titania y Oberón, reina y rey, respectivamente, de la Corte (de las Hadas). También Puck, conocido como Hobgoblin, Robín de los Bosques o incluso, Cluracan (su versión irlandesa). Todos ellos salen en la obra de Shakespeare El Sueño de una Noche de Verano.

Próximamente, más y mejor. Preparaos para el pedazo de monográfico de las hadas que voy a preparar durante estos meses… :)

1 mitómanos:

Ion Ander ART dijo...

Muy muy interesante. Ya estoy deseando que lleguen los monográficos sobre cada tipo de duende, hada o gnomo que deambule por ahí ;)